Amigos:
Quiero
informarles que en la sesión del pasado 20 de diciembre, en la Cámara de
Diputados aprobamos en los primeros minutos, la reforma educativa con cambios a
la propuesta del Ejecutivo federal, entre ellos el mecanismo para designar a
los integrantes de la Junta de Gobierno del Instituto Nacional para la
Evaluación de la Educación (INEE).
El
dictamen, que reforma los artículos 3° y 73 de la Carta Magna, crea el INEE
como un organismo público autónomo y establece el servicio profesional del
magisterio para el ingreso y la promoción de cargos.
Fue
aprobado en lo general con 424 votos a favor, 39 en contra y 10 abstenciones y
se enviará al Senado de la República para su revisión.
En
la discusión en lo particular, aprobamos las siguientes modificaciones al
dictamen que presentó la semana pasada la Comisión de Puntos Constitucionales:
·
En
la fracción III del artículo 3° se señala que la ley reglamentaria fijará los
criterios de evaluación, los términos y condiciones de la evaluación
obligatoria para el ingreso, la promoción, el reconocimiento y (se incorporó)
“la permanencia en el servicio profesional, con pleno respeto a los derechos
constitucionales de los trabajadores de la educación”.
·
En
la fracción IX, se establece que corresponderá al Instituto (Nacional para la
Evaluación de la Educación) evaluar (y agrega) “la calidad”, el desempeño y
resultados del sistema educativo nacional en la educación preescolar, primaria,
secundaria y media superior.
·
Para
integrar la Junta de Gobierno del INEE se aprobó que el Ejecutivo federal
presente una terna por cada uno de sus cinco miembros y que el Senado proceda a
su designación en un plazo de 30 días, con votación calificada de dos terceras
partes.
·
El
Pleno también avaló la reserva que presentó en tribuna el diputado Fernando
Zárate Salgado (PRD) al artículo 73, fracción XXV, para que enla norma secundaria
“este Congreso pueda regular, determinar el contenido y las facultades del
servicio profesional docente”.
·
Se
modificó también, a petición de la diputada Ruth Zavaleta Salgado (PVEM), el
artículo quinto transitorio, fracción III, inciso b.
·
Al
texto se agregó que el impulso de esquemas eficientes para el suministro de
alimentos nutritivos a los alumnos a partir de microempresas locales "será
conforme a los índices de pobreza, marginación y condición alimentaria de los
escolares".
Al
iniciar la discusión, un día antes, el presidente de la Comisión de Puntos
Constitucionales, Julio César Moreno Rivera fundamentó el dictamen y exhortó
desde la tribuna a votar a favor, como una forma de contribuir a elevar el
nivel educativo y el desarrollo nacional.
Dijo
que la reforma establece las medidas necesarias para consolidar una educación
de calidad, así como la productividad, competitividad económica y el desarrollo
social y cultural, que dependen del nivel educativo.
“Debemos
tener presente que la educación, como parte del engranaje social y como un
pilar primordial de los valores más esenciales del ser humano, constituye la
herramienta de crecimiento de toda nación”, dijo.
Posteriormente,
la mayoría de los diputados desechamos una moción suspensiva que presentaron
los diputados Ricardo Mejía Berdeja (MC) y Manuel Huerta Ladrón de Guevara
(PT).
Al
fijar desde la tribuna la posición de sus bancadas, diputados del PRI, PAN,
PRD, PVEM, PT y Nueva Alianza se manifestaron a favor de la reforma educativa,
mientras que el coordinador de Movimiento Ciudadano, Ricardo Monreal Ávila, la
calificó de “incompleta y tímida”.
No
es una reforma perfecta, pero es un gran paso para transformar el sistema
educativo, dijo mi compañero panista Fernando Rodríguez Doval, mientras que
Jorge Federico de la Vega Membrillo (PRD), presidente de la Comisión de
Educación, resaltó que se “pretende mejorar la calidad de la educación y
retomar la rectoría en la materia por parte del Estado”.
La
diputada Alejandra del Moral Vela (PRI) destacó la autonomía de instituto
encargado de la evaluación del magisterio y la realización de censos para
conocer el estado que guarda la educación.
Ruth
Zavaleta Salgado (PVEM) la calificó de revolucionaria porque mejora la
educación que generará ciudadanos libres, y Héctor Hugo Roblero Gordillo (PT)
dijo que responderá a los intereses y necesidades del sector, siempre y cuando
los exámenes de oposición se apliquen conforme la ley, sin “favoritismos
políticos”.
Dora
María Talamante Lemas (Nueva Alianza) rechazó que sea producto de “ocurrencias
sexenales” y aseguró que mejorará la calidad de la educación, establece
esquemas para la transparencia y rendición de cuentas e integra aspectos
positivos para la transformación del sistema educativo.
En
la discusión en lo general los diputados Luis González Roldan (PAN), Ernesto
Robledo Leal (PAN) y Luis Espinosa Chazaro (PRD) se manifestaron a favor del
dictamen, mientras que Alfonso Durazo Montaño (MC), Gloria Bautista Cuevas
(PRD) y Gerardo Villanueva Albarrán lo hicieron en contra.
Posteriormente
inició su discusión en lo particular.
Tras
su aprobación en San Lázaro, la reforma educativa pasó al Senado de la
República y, como reforma constitucional, posteriormente deberá ser ratificada por
la mayoría de los congresos estatales para su promulgación.
Esta
información la tendremos en una “entrada posterior”.
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