martes, 27 de enero de 2015

Aprobamos en lo general y en lo particular, dictamen que expide la Ley de Transición Energética y lo turnamos al Senado para su análisis y eventual ratificación

Amigos y amigas:

Por este medio quiero comunicarles que aprobamos en lo general y en lo particular, un dictamen de las Comisiones Unidas de Energía y de Medio Ambiente y Recursos Naturales, el cual expide la Ley de Transición Energética, y lo turnó al Senado para su análisis y eventual ratificación.

El documento deriva de una iniciativa presentada en octubre pasado por la diputada María Isabel Ortiz Mantilla (PAN) y otros legisladores de ese grupo parlamentario. Es reglamentario de la reforma constitucional en materia energética, promulgada en diciembre de 2013.

El dictamen fue aprobado en lo general por 299 votos a favor, 83 en contra y tres abstenciones. Tras rechazarse de manera gradual las reservas presentadas a 10 artículos, fue avalado en sus términos en lo particular con 294 votos a favor, 91 en contra y cero abstenciones.
 
En el texto se explica que la nueva legislación que se expide tiene por objeto regular el aprovechamiento sustentable de la energía, y las obligaciones en materia de energías limpias y de reducción de emisiones contaminantes de la industria eléctrica, manteniendo la competitividad de los sectores productivos.

Asimismo, fija la meta nacional de participación de energías limpias en la generación de energía eléctrica, la cual se prevé se incremente de manera gradual de 25 por ciento para 2018 a un 35 por ciento en 2024.

Busca dotar al Estado de un marco jurídico que permita la acción coordinada de todos los participantes del sector energético, con el fin de lograr la reducción de emisiones contaminantes al menor costo y con mayor bienestar social posible.

Otorga facultades a la Secretaría de Energía y a otras autoridades, como la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), para facilitar el cumplimiento de metas de energías limpias y eficiencia energética.

La nueva legislación tiene como propósito “reducir de forma eficiente y al menor costo posible para la sociedad, los efectos negativos ambientales y de salud que la generación de energía eléctrica pudiese eventualmente producir”.

 “Al mismo tiempo, se propone que el diseño de la estrategia a seguir en materia de transición energética y las medidas necesarias para fomentar el aprovechamiento sustentable de la energía, se ejecuten como un ejercicio democrático inscrito en una visión a mediano y largo plazos”, agrega el texto.

La Ley de Transición Energética establece tres instrumentos de planeación que buscan desarrollar la política nacional en materia de regulación de aprovechamiento sustentable de la energía, de obligaciones de energías limpias y de obligaciones de reducción de emisiones contaminantes para la industria eléctrica.

El primero de ellos es la Estrategia Nacional para la Transición Energética y el Aprovechamiento Sustentable de la Energía, misma que señalará las metas de energías limpias y eficiencia energética, reportará el avance de su cumplimiento.

En segunda instancia, se crea el Programa Especial de la Transición Energética, el cual establecerá las actividades y proyectos derivados de la Estrategia Nacional en la materia, señalando las obras de infraestructura requeridas y las actividades necesarias para cumplir con las metas en materia de energías limpias.

Por último, se instaura el Programa Nacional para el Aprovechamiento Sustentable de Energía (Pronase), el cual determinará las acciones, proyectos y actividades derivadas de la Estrategia Nacional, que permitan alcanzar las metas en materia de eficiencia energética.

La ley plantea que el Fondo para la Transición Energética y el Aprovechamiento Sustentable de la Energía (Fotease) tendrá por objeto captar y canalizar recursos financieros púbicos y privados, nacionales e internacionales, para instrumentar acciones que sirvan para contribuir a la realización de la Estrategia Nacional en la materia.

También prevé que el financiamiento para el aprovechamiento sustentable de la energía no sea necesariamente a cargo del erario público, sino admite convenios entre usuarios finales y financiadores.

Además, instituye el Atlas Nacional de Zonas con Alto Potencial de Energías Limpias, el cual reportará sobre las zonas del país con alto potencial de energías renovables, sus variables climatológicas e información detallada sobre localización, capacidad y condiciones de operación de plantas generadoras.

Asimismo, transforma al Instituto de Investigaciones Eléctricas en el Instituto Nacional de Electricidad y Energías Limpias, se encargará de la investigación en la materia, de brindar apoyo técnico a la Secretaría de Energía y otras dependencias del Estado, así como al sector privado.

Finalmente, en los artículos transitorios del decreto se estipula que la Secretaría de Energía fijará como meta una participación mínima de energías limpias en la generación de energía eléctrica de un 25 por ciento para el año 2018, de un 30 por ciento para 2021 y de 35 por ciento para 2024.

Al inicio de la discusión en lo general del dictamen, los diputados aprobaron un agregado de las comisiones dictaminadoras.

Los cambios avalados buscan garantizar que la nueva ley fomente el uso de energías limpias y coadyuve en la disminución de emisiones contaminantes sin menoscabo de la productividad y manteniendo la competitividad en el sector.

Entre las modificaciones hechas al dictamen también se encuentra que el Programa Nacional para el Aprovechamiento Sustentable de Energía establecerá incentivos y reconocimientos a los sujetos regulados que mantengan altos estándares de eficiencia energética, conforme a la normatividad existente o las mejores prácticas existentes.

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