lunes, 9 de marzo de 2015

Reforma Fiscal Manipuladora

por: Carlos Angulo

A raíz de la falta de crecimiento económico de México, ante la entrada del gobierno del PRI, dirigido por el Presidente Peña, nos preguntamos si ¿realmente al PRI se le olvidó en tan poco tiempo cómo gobernar para hacer prosperar la economía? A mi forma de ver, yo creo que los financieros del PRI saben perfectamente bien lo que están haciendo, entonces cabe una segunda pregunta, ¿por qué si saben lo que están haciendo, entonces por qué no hacen lo necesario para hacer crecer la economía? La respuesta es clara: porque el PRI maneja la economía para su muy particular interés de dominio y no para hacer prosperar al país.

El Dr. Rafael Ruíz Harrell (1933-2007), escribió en 1986, un libro denominado Exaltación de ineptitudes, que describe de forma magistral el por qué al PRI le interesa mantener la pobreza en México, mencionando que simplemente por la razón de que los pobres son fácilmente manipulables para el sistema corporativo, clientelar que el PRI (y en el D.F. el PRD) maneja magistralmente. Cuando al país le va bien económicamente, lo primero que sucede es que crece la clase media y el PRI empieza a perder elecciones.

Revisando la reforma fiscal promovida por Peña, a través de su Secretario de Hacienda Luis Videgaray, nos encontramos con un aparente diseño, más que económico, político en su estructura, que en cierta manera se asemeja al diseño del sistema fiscal imperante en los años del llamado priato, en donde nos encontramos con impuestos incumplibles e impagables, con un cúmulo de contribuyentes no declarando lo que ganan, haciendo múltiples trampas en las deducciones, pero leales al sistema en todo lo que el sistema les pide en lo político.

Así tenemos que durante el proceso de elaboración de la reforma fiscal del 2013, los organismos empresariales de México, aunque críticos y preocupados por el derrotero que tomaba la propuesta de reforma planteada por el gobierno, se mantuvieron pasivos a las movilizaciones que pudieron llevar a cabo, a consecuencia de que el gobierno que impulsaba dicha reforma, siempre se mantuvo cercano a esos contribuyentes cautivos, que son los grandes consorcios privados y organismos empresariales, induciéndolos a la “negociación”. Es decir, regresando al viejo sistema de que a tus enemigos aplícales la dura ley y a tus amigos concédeles favores, por medio de decretos presidenciales, misceláneas fiscales y a través de reglas generales de carácter fiscal, resoluciones particulares y demás excepciones administrativas, que no son permanentes, que no son de ley y que no otorgan seguridad ni certeza jurídica.

Así tenemos que ahora el gobierno, a través de una reforma fiscal que afecta a las empresas productivas, les otorga favores por medio de decretos presidenciales, para que puedan deducir conceptos no-deducibles conforme a la Ley del Impuesto Sobre la Renta, para que a través de “certificaciones”, no paguen IVA o éste se les devuelva de manera más rápida, para que no tengan que cobrar IVA a sus consumidores. Pero eso sí, nadie se les debe de perder, porque para recibir estas canonjías, deben de ingresar a la formalidad, inscribiéndose en los padrones del Registro Federal de Contribuyentes, porque si no, no son susceptibles de recibir las mieses del presupuesto social.

De esta manera el PRI-Gobierno regresa plenamente a manipular a la población, a través del garrote de las leyes fiscales duras que no promueven el empleo y la inversión, pero el gobierno concede los favores para evitar el perjuicio que les causa la ley a las empresas, en contraprestación de un “estate quieto”, porque si no, el favor desaparece y “te aplico la ley de lleno”.

Para evitar esto, la única salida que tenemos es aplicar el sistema democrático y hacer que la ciudadanía se movilice para castigar al PRI en la elecciones federales del 2015, en las que se renovará toda la Cámara de Diputados, en donde ahora, el PRI y sus aliados incondicionales, el Partido Verde y Nueva Alianza, tienen la mayoría. Pero esto para lograrse, se tiene que hacer, a través de líderes que no tengan conflictos de interés, y una relación sumisa al gobierno, ya sea a través de la aceptación de favores o de plano, a través del maridaje que representan los proveedores del gobierno, sino con líderes auténticos no-depredadores que se entreguen a la defensa de los ciudadanos. Por desgracia, encontrar estos es cada día más difícil, porque la mayoría de los partidos políticos están llenos de líderes depredadores con múltiples conflictos de interés.

Lo anterior, sin embargo, no impide que el sistema democrático en general deje de funcionar. Para eso los mexicanos nos hemos dado con mucho esfuerzo un amplio sistema electoral con múltiples salvaguardas que garantiza que los votos “cuenten y se cuenten”. Por ello, el Partido Acción Nacional ha propuesto una contra-reforma fiscal, que revierte la impulsada por el régimen, destacándose lo relativo a revertir la homologación del IVA en las fronteras, los incrementos de tasas del Impuesto Sobre la Renta, y la desaparición del régimen de pequeños contribuyentes.


Esto, ante las elecciones del 2015, abre una gran oportunidad para que el electorado cobre al PRI-Gobierno esta reforma fiscal manipuladora y con una nueva Cámara de Diputados regresemos al camino de tener leyes fiscales que promuevan la inversión, el empleo y el desarrollo económico del país, con su consecuente reducción de los niveles de pobreza.

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